COVID-19: No se deben ignorar parámetros básicos como el peso, la altura y los datos vitales, especialmente en el caso de los grupos de riesgo

La importancia del estado nutricional en el manejo del COVID-19

En el contexto de la actual pandemia de COVID-19, la European Society for Clinical Nutrition and Metabolism (ESPEN) (Sociedad Europea para la Nutrición y el Metabolismo Clínicos) hace énfasis en una Declaración de expertos sobre la importancia del estado nutricional no sólo en los grupos de alto riesgo, sino también en las personas sin preexistencias.[1] El estado nutricional de una persona se relaciona estrechamente con la fortaleza del sistema inmunológico y, por lo tanto, con la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones. Las personas mayores y las personas con afecciones preexistentes suelen tener un sistema inmunológico más débil y a menudo no gozan de un buen estado nutricional. También pertenecen al grupo de alto riesgo para las evoluciones severas de infección por COVID-19. De acuerdo con la ESPEN, el análisis y la evaluación del estado nutricional de estos pacientes resulta por lo tanto particularmente importante.

Sin embargo, esto también debe tenerse en cuenta en las personas sin enfermedades previas, ya que la estancia en cuidados intensivos (que puede ser necesaria en el caso de una infección por COVID-19) podría llevar a la malnutrición, con una grave pérdida de masa y de funciones del músculo esquelético. Esto, a su vez, puede conducir a una peor calidad de vida, discapacidades y morbilidad después de abandonar la unidad de cuidados intensivos. Esto muestra lo importante que es la prevención, el diagnóstico y el tratamiento rutinario de la malnutrición en el manejo de COVID-19.

Obesidad y COVID-19

Según la declaración de la ESPEN, los pacientes obesos también pertenecen al grupo de alto riesgo para los procesos críticos de infección por COVID-19, ya que el sobrepeso aumenta la gravedad de la enfermedad. Por lo tanto, el estado nutricional de los pacientes obesos se debe evaluar y tratar exhaustivamente.

La World Obesity Federation (Federación Mundial de la Obesidad) también llama la atención sobre el hecho de que la obesidad o las enfermedades relacionadas conllevan el aumento del riesgo de una grave progresión de COVID-19.[2] En adición, la actual pandemia podría dar lugar a un nuevo aumento de las tasas de obesidad en el mundo:[3] Así pues, existe una fuerte limitación en los enfoques de tratamiento para los pacientes obesos (como, por ejemplo, los programas de ejercicio, el asesoramiento nutricional o la cirugía bariátrica). Además, las restricciones sobre salidas significan que muchas personas tienen más probabilidades de hacer menos ejercicio, mientras consumen más alimentos procesados con una vida útil más larga o productos terminados. "Durante la actual situación de COVID-19 se presenta una falta de apoyo a los pacientes con obesidad, como por ejemplo, consejos sobre nutrición y ejercicio", dice la Dra. Birgit Schilling-Massmann, médico general y directora de un centro especializado en medicina nutricional en la región de Münsterland. "Tan pronto como se inicie una fase de relajación, estos programas deben ser reforzados y también apoyados política y financieramente a fin de reducir las tasas de obesidad y a largo plazo aliviar la carga del sistema de salud".

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